Aulas

En las aulas ordinarias casi siempre se pueden realizar adaptaciones y cambios para las niñas y los niños con discapacidad, al igual que ofrecerles apoyo. Algunas maneras sencillas de mejorar la accesibilidad y el entorno de aprendizaje en el aula son:

Consultar con las familias los posibles cambios que pueden hacerse en el aula. Invitarlas a visitar la escuela.
Maximizar la luz natural y el flujo de aire. Las paredes blancas pueden ayudar a que las niñas y los niños vean mejor.
Asegurar un entorno seguro y libre de barreras: retirar todos los objetos del suelo que puedan entorpecer el movimiento de las personas usuarias de sillas de ruedas, con poca visión o ciegas.
Organizar las mesas para que haya suficiente espacio disponible para que las niñas y los niños se muevan libremente.
Colocar el aula de forma que las mesas no estén en fila puede ayudar a que las niñas y los niños trabajen en pequeños grupos y fomentar así el aprendizaje cooperativo.
Establecer un método de compañerismo donde las alumnas y los alumnos se apoyen entre sí; esto puede beneficiar especialmente la auto confianza y las necesidades prácticas de las niñas y los niños con discapacidad.
Reducir el ruido en la medida de lo posible para asegurarse de que las niñas y los niños pueden atender a la profesora o el profesor.
Prever la existencia de mobiliario adaptado (altura de las sillas y de las mesas) y proponerle a la profesora o profesor que se mueva por el aula para que pueda atender a todo el alumnado.

Si las escuelas han sufrido daños durante la emergencia, hay que aprovechar los trabajos de rehabilitación o reconstrucción de los edificios dañados y de los terrenos como oportunidad para mejorar la accesibilidad para las personas con discapacidad.