Bancos

Un banco puede ser utilizado para bañarse, comer, hacer ejercicio, descansar o dormir, tanto por personas con discapacidad como por otros miembros de la familia y, por tanto, es un instrumento muy sencillo pero útil.

Ocupa un poco más de espacio que una silla o un taburete, sin embargo, puesto que se utiliza para más de una función, el uso del espacio puede justificarse.

El banco para el baño es práctico porque las personas pueden poner el balde de agua, el jabón y la ropa a su lado cuando se sientan para bañarse. Esto permite que tengan más autonomía ya que así pueden inclinarse para alcanzar los objetos con más facilidad.

Si el banco es de madera, es aconsejable pintarlo para que sea más resistente a la humedad y sea fácil de lavar y secar.

Un banco de madera para bañarse, frente a un recipiente de agua para lavarse
© Hazel Jones and Bob Reed. 2005

Si se trata de un banco con estructura de metal y el asiento de tiras de goma, plástico o tela entrelazadas, tendrá un mejor drenaje. Sin embargo, hay que asegurarse de que las tiras entrelazadas del asiento sean lo bastante fuertes para soportar el peso del cuerpo. En cualquier caso, debe colocarse una barandilla en cada extremo del banco para que la persona pueda agarrarse para mantener el equilibrio y trasladarse.

Banco con tiras de goma entrelazadas y asideros en ambos lados
© Hazel Jones and Bob Reed. 2005
Sources
Jones, H and Reed, B. Water and Sanitation for disabled people. Designing services to improve accessibility. WEDC Loughborough University. 2005.
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