Enviado por albaCBM el Jue, 03/02/2022 - 12:23

Casi siempre se presupone que las personas con discapacidad, personas mayores y otras personas de los grupos de riesgo son los beneficiarios de los programas de voluntariado y, pocas veces, parte del equipo de trabajo voluntario, debido a la creencia errónea de que son incapaces de contribuir. Cuando dichas personas son incluidas en el servicio de voluntariado, a menudo se espera que realicen de forma gratuita las tareas que por las que otras personas de la comunidad cobrarían. Desafíe estas creencias y acoja a todos los miembros de la comunidad para que contribuyan en el trabajo colectivo para la preparación ante los desastres y su posterior adaptación.

Las personas con limitaciones funcionales u otras dificultades para implicarse en aquellos trabajos de voluntariado de intensa mano de obra, puede contribuir al trabajo de gestión de riesgos en desastres de otras maneras (la siguiente lista no es exhaustiva):

  • Guiando y participando en los equipos de planificación y gestión de riesgos en desastres.
  • Ofreciendo instrucciones sobre preparación y protección personal.
  • Formando a los primeros intervinientes y actores humanitarios a cómo apoyar de forma adecuada a las personas de los grupos de riesgo.
  • Participando en la búsqueda y rescate, encontrando personas potencialmente afectadas y orientándolas para que pidan ayuda.
  • Desarrollando y distribuyendo información en múltiples formatos.
  • Recolectando, clasificando y distribuyendo agua, comida y víveres.
  • Permaneciendo en un lugar y ofreciendo direcciones u otra información.
  • Ofreciendo servicios de asistencia personal a otras personas con limitaciones funcionales, según la necesiten.
  • Participando en la retirada de escombros, reparación y reconstrucción, ofreciendo orientación sobre el diseño universal para mejorar la reconstrucción.

Las mujeres, personas mayores y personas con discapacidad deben recibir la misma cantidad por su trabajo que lo que cobraría cualquier otro miembro de la comunidad, sin excepciones.

Los voluntarios y voluntarias con discapacidad pueden necesitar:

  • El apoyo de otros miembros del equipo de voluntariado para levantar, abrir, trasladar, revisar o recordar instrucciones y otros aspectos de su tarea
  • Transporte, lugares de trabajo, baños, o caminos accesibles.
  • Lectores, intérpretes, subtitulados, materiales en formatos alternativos, o tiempo adicional para procesar la información y entornos que optimicen sus talentos y sus habilidades (por ejemplo, espacios tranquilos.

Mientras que algunas personas pueden identificar rápidamente lo que pueden hacer y lo que van a necesitar, habrá que implicar a otras personas voluntarias en una conversación sobre sus intereses, talentos y necesidades de apoyo para poder encontrar algo que les encaje. Igual que con el resto, pueden necesitarse varios intentos y posiblemente un cambio de tareas para conseguir que encajen.

Sources
Top of page